800 g de solomillo de cerdo
1 cebolla
1 zanahoria
250 ml de nata líquida
100 ml de leche entera
1/4 de vaso de brandy o whisky
2 cucharadas de pimienta verde en grano
1 cucharada de aceite de oliva
1 cucharada de mantequilla (unos 25 g)
Pimienta negra molida
Nosotras la receta la hicimos a la mitad, o sea, para dos, así que en las fotos veréis que el solomillo es más pequeño. Y también estaba troceado, porque lo encontramos así y tenía muy buena pinta.
Primero limpiamos bien de grasa el solomillo y lo sellamos con la mantequilla y el aceite de oliva en una sartén. Tiene que quedar doradito. Fuego fuertecillo sin que se queme. Una vez sellado lo reservamos.
Pelamos y cortamos fina cebolla y zanahoria y las pochamos en la sartén que tiene la grasa de dorar la carne. Después añadimos la pimienta verde y dejamos unos 3 minutos y luego volvemos a poner la carne. Subimos el fuego y, con cuidado, echamos el brandy o el whisky, lo que tengáis por casa. Ojo que estamos flambeando, o sea, que se puede hacer llama. Cuando el alcohol se haya evaporado (unos 5 minutos), añadimos la nata líquida y la leche y dejamos que hierva. Cuando hierva bajamos el fuego y lo dejamos haciendo chup chup unos 8-9 minutos. El objetivo es que la salsa se espese, así que si ya lo tenéis paradlo. No hace falta dejarlo más. Y, si no lo tenéis, dejadlo un pelín más.
Está buenísimo pero ojo, es consistente. Haced un primero ligero si vais a meterlo en un menú.
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