Es un sitio tradicional con comida mediterránea, pescado y demás. Pues teníamos muchas esperanzas en este restaurante y nos decepcionó un poco, la verdad.
Primero porque nos pusieron en una mesa sin vistas (y la gracia es que está delante de Es Vedrà) y hacía un calor de mil demonios. Segundo porque queríamos pedir un pescado tipo lubina y nos recomendaron un mero que dijeron que era mucho más jugoso que la lubina y estaba más seco que seco. Y costaba 35€ del ala la recomendación. Bueno, era para compartir.
En fin, pedimos calamares y mejillones de picar. Las raciones abundantes y el producto bueno. Estaba bastante bueno. De segundo pedimos el mero que, lamentablemente, o es seco, que no lo tenemos muy calado, o estaba seco. Pero no nos gustó. Con patatas que normalmente las cobran aparte y tuvieron la delicadeza de no hacerlo.
De postre pedimos un crumble de manzana que no estaba mal. Pero estábamos llenísimas.
Con esto, copa de vino y agua, nos costó 45€ por persona.
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