4 cebollas
250 gr. de reducción de aceite de Módena
1dl. de coñac
Aceite, sal y pimienta
Salpimentar la pechuga y untarla bien con el balsámico.
Calentar aceite en una cazuela baja y dorar la pechuga por ambos lados dejándola cruda en su interior. Retirar y reservar.
Cortar
la cebolla en juliana y estofar a fuego lento en la misma cazuela.
Cuando se empiece a dorar añadir la pechuga, mojar con el coñac y
continuar la cocción unos 20 minutos.
Sacar la pechuga de la
cazuela, envolverla en papel de aluminio y reservar. Terminar de cocer
la cebolla a fuego lento hasta que esté caramelizada. Triturar la salsa
hasta obtener una consistencia fina y espesa.
Se puede acompañar con puré de patata y servir frio o con la salsa templada.
Las fotos son de dos trozos de la pechuga grande porque sólo eramos dos personas.
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