50 g de nata
Para la crema:
75 cc de agua
80 g de azúcar
3 yemas
Para el coulis:
150 g de fresones
75 g de azúcar lustre
Un chorrito de zumo de limón
Coulis: triturar con el minipimer los fresones en un cazo, añadir el azúcar y el chorro de limón y poner a cocer hasta que sea un líquido sin grumos. Si quedan grumos, hay que colarlo.
Crema: separar las yemas y juntarlas con agua y azúcar caliente sin parar de remover y con el fuego bajo. Tiene que quedar un crema pero ojo, que en el fuego, si nos despistamos, nos quedará una tortilla. Reservamos y, cuando esté frío montamos tipo a punto de nieve hasta que doble su volúmen original. Añadimos la nata líquida (batiendo más) o montada si no es dulce.
En una bandeja para el horno, ponemos una base de coulis, encima las fresas, fresones o lo que hayamos comprado, cortado en trocitos. Cubrir con la crema y gratinas con el horno bien caliente, durante poco más de 5 minutos.
Es lo más bueno del mundo.
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